Casi todos esos paseos eran en bicicleta. Mi papá en la suya, grande y de color negro, y yo en la mía, mediana y del color que escogiera mi papá al comprarla para regalármela.
Imposible de olvidar la música llanera. Un verdadero arte musical tanto en la ejecución de los instrumentos (arpa, cuatro y maracas) como en la interpretación vocal de los copleros y copleras de nuestro llano. Valses, pasajes y joropos se escuchaban en la única Radioemisora de San Fernando, La Voz de Apure, donde también asistían los grupos musicales para efectuar programas en vivo. Pero también disfrutábamos de algunos programas criollos que transmitían en Radioemisoras nacionales como Radio Rumbos, Continente y Radio Difusora Venezuela.
Todas esas motivaciones empezaron a conformar la estructura y cuerpo de la nostalgia que se hace presente en cada una de mis incursiones literarias. Y pienso -y así lo afirmo- que el componente de mayor peso e influencia es el de la música y la vida del campo, del fundo, el hato, el caserío. En fin, la vida misma del hombre llanero. Muy especialmente su lenguaje. No sólo el vocabulario empleado en su llana conversación sino la forma del cómo lo dice, cómo lo expresa, cómo gesticula y muestra su lenguaje corporal para darse a entender con tanta claridad y contundencia.
Voy a dedicarles esto que escribí en golpe de joropo(Zumba que Zumba) Lo titulé Sueños de Llanero.
Cómo quisiera tener -oiga cuñao Nelson Luque-
garganta de buen coplero
la del difunto carrao
o doña Reina Lucero
o la de alguien que respeto
don José Romero Bello
pa' cantarle a su terruño -¡ oiga ahijado Goyo Hernández !-
de Arauca que tanto quiero
y pa' decirle a mi tierra
con cariño y con afecto
que sin su amor yo me muero.
Cómo quisiera tener -¡ ay tía Ernestina !-
palabras como "cabresto"
"camino", "monte" y "baquiano"
"troche", "cincho", "freno" , "rejo"
"rochela", "yegua" y "barranco"
"cagajón", "nepe" y "chiquero"
"totuma", "arzón" y "quesera" -oiga tía Enma-
"dígame", "cuajada" y "cuero"
"botalón", "soga" y "manea"
"sujeto", "falso" y "calceta"
"manso", "mañoso" y "mostrenco".
Cómo quisiera tener -¡ ay tío Genaro !-
expresiones del llanero
como "caimán al acecho"
"hay un porción pu' allá afuera"
"como gavilán sin uñas"
"por derecho, por derecho"
"ahi mismito camarita" -compadre Enrique Arellano-
cazador y buen soguero
o como el arpa viajera"
"que alebresta corazones"
en las parrandas llaneras.
Cómo quisiera tener -finado Ramón Mejías-
al río Apure en mi ensueño
sembrado frente a El Samán
noble pueblo sabanero
Capanaparo y El Naure
río Arauca y El Rodeo
Cunaviche y Matiyure -primo hermano Federico-
bordeando típicos pueblos
y en Guachara y Fruta 'e Burro
cerquita de Coco 'e Mono
el precioso Caño 'el Medio.
Cómo quisiera tener -hermanito Arturo Aquino-
por siempre en mi pensamiento
lo noble de nuestro pueblo
su atención y su silencio
su pureza en el pensar
y su corazón abierto
para tratar a la gente -hermano donde te encuentres-
con sinceridad y respeto
como trata la sabana
y el recio sol veranero
al aguacero de invierno.
Por eso es que cuando lejos -¡ ay tía René !
cuando muy lejos me encuentro
se me quebranta la voz
pero se me alumbra el pienso
y busco pa' mi nostalgia
palabras para algún verso
palabras no de poetas -Carmelo Aracas-
que estudian para hacer eso
pero sí de este llanero
que defiende su terruño
a pecho partido y rejo.
Juan A. Aquino A.
29/ Mayo/ 2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario